La Almeja

La almeja es uno de los mariscos más deliciosos, consumidos y preparados. En Galicia existen 3 tipos de almejas autóctonas: almeja fina, almeja babosa y almeja rubia.

Se les encuentra enterrados en fondos blandos. Todos los representantes de esta clase son acuáticos, tanto marinos como dulceacuícolas, y pueden encontrarse desde los límites superiores de la pleamar hasta las zonas abisales.

En las conchas de los bivalvos se observa gran variedad de tamaños, formas, colores y dibujos esculpidos en la superficie

Las almejas son moluscos excavadores de fondos blandos: pueden vivir inmediatamente por debajo de la superficie a estar a varios centímetros por debajo, como muchas especies de almejas. El mecanismo de introducción o excavación está basado en contracciones alternantes del pie; al principio la concha se fija medio abierta al sustrato, fijándose mediante ornamentaciones como espinas, a la vez que el pie se estira y va penetrando en el sustrato. Posteriormente se dilata su extremo (como si fuera un hacha) a modo de anclaje y se retrae, pero es la concha la que se acerca al pie y no al revés, permitiendo de esta forma su enterramiento. Tienen unos sifones que conducen a la superficie del sustrato y comunican directamente con el agua.


De todas ellas, la almeja fina y la almeja babosa son las que tienen un mayor valor culinario. La almeja rubia es la más económica, aunque con grandes cualidades e ideal para utilizar en la preparación de cualquier plato.

Existen varias recetas con estos moluscos aunque sin duda la más conocida es la elaboración de almejas a la marinera.

Consejo

Como el resto de los moluscos, las almejas deben estar vivas en el momento de ser cocinadas, o al comerse. Las valvas tienen que estar muy prietas, o cerrarse rápidamente cuando se tocan con el dedo. Si una almeja no se abre a la hora de cocinarla, retírala ya que posiblemente esté en malas condiciones.